lunes, 31 de octubre de 2016

Lunes, 31 de Octubre, 2016

Me fue mal en las pruebas. Esto era demasiado posible y demasiado esperado, pero ni siquiera logré pasar la primera etapa. Me cuesta pensar que no soy más que el común de las personas. Quizá por que toda mi vida el resto de la gente me ha alagado por cosas que hago sin esfuerzo, los dibujos, las artes manuales, y todo lo que intento en general suele salir bien, o un poco mejor de lo esperado, nunca mal, siendo que creo que nunca he puesto absolutamente todo de mi en algo, por flojera o cualquier razón. Me cuesta y me desespera saber que no logré llegar más lejos en el teatro de lo que llegaría cualquiera de mis compañeros del colegio, que no tienen idea de esa disciplina. Aun que me consuela caleta la convicción de que todo se aprende, de que puedo trabajar para obtener lo que quiero y ser quien quiero ser, que si hubiese tomado talleres de danza para prepararme lo más probable es que hubiese pasado a la segunda etapa. Estoy menos destrozada de lo que debo, pienso. No me siento derrotada del todo, lo puedo intentar el otro año, soy tan joven, ni siquiera sé si mis papas me dejarían, pero parece tan tonto rendirse ahora cuando hay tantas opciones.
Ya. Ya, la verdad es que casi no pienso en eso. Más me tiene acomplejada esta weá que esta pasando con el Jota. Esta weá que me está pasando con el Jota. Es que no puedo olvidarlo. Nunca quise, enrealidad. Desde un principio sólo esperaba que todo se arreglara y volviéramos, juraba de guata que nos quedaban muchas salidas al mall con su familia, muchas películas en el sofá, mucho sushi casero y todo tipo de estupideces. Lo malo es que me equivoqué por muy poco. De él no haber tomado una decisión tan terminal de una situación tan trivial, no estaría extrañandolo. No tanto, de todas formas. Ahora en este momento siento que no hay nadie como él. Probablemente no lo hay, pero de una manera muy negativa. Pero hoy siento que con nadie la pasaré tan bien. Es muy tonto, obvio, mil veces, si lo veo de la manera terriblemente fría, nuestra relación no era precisamente una montaña rusa en lo emocionante. Aún así y con todo hoy siento que me falta y me faltará siempre, que daría lo que fuera por volver en el tiempo, o por encontrar algo que me anestesie, algo que logre sacar esta mierda de sentimiento de rechazo dentro de mí, y alguien que me aguante los pensamientos de plomo que me aguanto para no deprimir a los demás; incluso cuando estos pensamientos no son precisamente deprimentes, pero sí muy difíciles de continuar, algo que solo el Jota podía, hasta las dos de la mañana, hablar de puras cosas irrelevantes pero de lo más importantes al mismo tiempo, por que no me siento cómoda viviendo así tan llena de mini mundos filosóficos dentro de mí, tesis sin argumentar, aunque nunca logro llegar a una conclusión, por que ninguna de mis reflexiones tienen los conocimientos suficientes para respaldarse, lo necesito para refutarme, para discutirme las teorías, para completar mi pobre e inmadura visión del mundo.
Quería vivirte, quería que me vivieras, que me rebentaras a preguntas, que me sintieras de verdad, estaba dispuesta a entregarte todo lo que era yo, pero nunca te dejaste a tí mismo y nunca me dejaste, qué desperdicio, qué pena que nos hayamos perdido de todo eso, y qué pena aún más que no te logres dar cuenta, que por los constructos sociales de hoy yo sea la patética al buscarte, al hostigarte, que seamos tan cerrados, tan apegados a las leyes creadas con respecto a las relaciones amorosas, que no sé desde cuando existen. Me gustaría que no pensáramos así, me gustaría no sentir que no te interesa cuando te digo lo que estoy haciendo sin que me preguntes, me gustaría no tener que asumir que no te interesa cuando hace un mes asumía que querías escucharme, que te podía decir todo lo que me había pasado en el día, todo lo que sentía, y hoy no te puedo contar nada. Sé que es por que quieres olvidarme, pero por qué debería dejarte. No tenías que alejarte, pero te encanta.

martes, 4 de octubre de 2016

Martes, 4 de Octubre, 2016

El año se pasa volando. Qué increíble. Lo más chistoso es que muchas veces pensé que esto pasaría, me dije a mí misma que aprovechara y que en un momento ya iba a ser fin de año y no iba a poder volver atrás, y todo se vendría encima de lo más inevitable. Pero en el momento que estaba pensando eso no lo sentía como lo siento ahora, que está pasando, a pesar de tener plena consciencia de que pasaría y de cómo sería cuando lo hiciera, era imposible imaginarse este momento. Se vienen las pruebas, la Chile y la Católica, y estoy entre feliz y nerviosa, desearía no tener que hacerlas pero me enorgullece declarar que me ausento diez día completos para este trámite tan importante. Lo malo es que aún queda mucho para saber. Mi último chance en la vida se toma en diciembre, con la Humanismo Cristiano, y no sabré si me voy para siempre de esta casa hasta entonces, a menos que quede en alguna de las dos primeras. De eso tengo cero fe. Sé que es muy poco probable y estoy muy conformada; la idea de calificar en alguna es ambigua, como un sueño, ni siquiera sé si sería bueno o malo, ya que tendría que hacer una decisión. Pero daré todo de mí, o al menos eso es lo que pretendo, y por eso también siento una emoción muy extraña, nunca he dado lo más de mí, nunca mi futuro entero ha dependido de mis propias aptitudes más que de el azar o las decisiones de otros, no sé qué es "darlo todo", qué se siente. Mi predicción es que los nervios harán que todo pase muy rápido y que la experiencia sea como bajo del agua, que mi cuerpo se mueva solo, o como por instinto.
También está el J. Terminé con el por teléfono. Ya no podía más. No sé qué hubiese sido peor; seguir con el y su negligencia, seguir cuestionándome la relación, y hasta ir en ese humor a las pruebas, o lo que hice, que fue expulsarlo así de mi vida, ya que no quiere verme por ahora, y dejar que esa cosita en la guatita me distraiga de mi entrenamiento, y hasta de las pruebas, si todo sigue mal para entonces. Supongo que el dolor se va de a poco, y es cada vez menos ahora, en cambio de no haber terminado estaría aún ahí, en la línea, constantemente.
Quiza se note o no, creo que hoy es un día cursi. No me salen las bromitas entremedio, es como estar escribiendo un correo formal, o estar contando la historia de manera objetiva y lo más poética posible. Ya no es como un diario, pero creo que es solo hoy. Me he juntado con la Mer, la mejor amiga del J, o una de sus mejores amigas, es más como una hija, jaja. Me encanta. Siempre me pasa que antes de conocer bien a las personas que me emanan muy buenas vibras, las pienso y las comienzo a subir al pedestal, será por que no las veo tanto como personas corrientes, sólo veo las acciones buenas que me mencionan, o su buen trato hacia mí en la confianza mínima. La Mer estaba un poco en el pedestal, como alguien que se sabe todos los memes,  y ha visto todos los animes buenos, y sabe pintar y tiene muchas experiencias locas. Pero es sólo una niña. Siento que tengo mucho que enseñarle y ella a mí, por ser tan diferente, y por estar en una etapa del clóset que yo mísma viví. Aunque aceptarse es algo que se logra con el tiempo, por más consejos que le de. Siento que necesita ser cuidada y yo necesito a alguien a quien cuidar. Además es muy cariñosa, y así siempre tendré algo que me una con el J, qué sicópata suena eso, pero es que él se auto-excluye de las relaciones, dice que sus amigos no lo necesitan, y no me gustaría que se alejara de mí. Creo que desde el principio funcionamos mejor como amigos, las relaciones, aunque se crea que puede no ser así, y demás que puede, son muy diferentes entre amistad y amor romántico. Se exigen cosas, se esperan cosas, actitudes, se comparte una vida, en cambio los amigos están ahí cuando quieren estarlo, y si no, son igual de amigos, igual de buenos compañeros. O eso es lo que pienso yo. Claro, los amigos también deben estar ahí para los tiempos difíciles, pero cada uno prioriza su propia vida, mientras que, yo creo, las parejas deben pensar en la vida de el otro como la vida de uno, lo que te afecta a tí me afectará igualmente a mí, y celebraré lo que tu tengas que celebrar, y viceversa. Quizá estoy completamente equivocada, quizá no ser una persona completamente independiente emocionalmente es algo venenoso, quizá si te amo de verdad debo comprender que no quieres mis problemas, y si no celebras mis triunfos personales no significa que no me ames, quizá el amor verdadero se ama desde lejos, en silencio, para uno mísmo más que para el ser amado, pero por ahora  no me parece, por ahora eso no me sirve.