martes, 4 de octubre de 2016

Martes, 4 de Octubre, 2016

El año se pasa volando. Qué increíble. Lo más chistoso es que muchas veces pensé que esto pasaría, me dije a mí misma que aprovechara y que en un momento ya iba a ser fin de año y no iba a poder volver atrás, y todo se vendría encima de lo más inevitable. Pero en el momento que estaba pensando eso no lo sentía como lo siento ahora, que está pasando, a pesar de tener plena consciencia de que pasaría y de cómo sería cuando lo hiciera, era imposible imaginarse este momento. Se vienen las pruebas, la Chile y la Católica, y estoy entre feliz y nerviosa, desearía no tener que hacerlas pero me enorgullece declarar que me ausento diez día completos para este trámite tan importante. Lo malo es que aún queda mucho para saber. Mi último chance en la vida se toma en diciembre, con la Humanismo Cristiano, y no sabré si me voy para siempre de esta casa hasta entonces, a menos que quede en alguna de las dos primeras. De eso tengo cero fe. Sé que es muy poco probable y estoy muy conformada; la idea de calificar en alguna es ambigua, como un sueño, ni siquiera sé si sería bueno o malo, ya que tendría que hacer una decisión. Pero daré todo de mí, o al menos eso es lo que pretendo, y por eso también siento una emoción muy extraña, nunca he dado lo más de mí, nunca mi futuro entero ha dependido de mis propias aptitudes más que de el azar o las decisiones de otros, no sé qué es "darlo todo", qué se siente. Mi predicción es que los nervios harán que todo pase muy rápido y que la experiencia sea como bajo del agua, que mi cuerpo se mueva solo, o como por instinto.
También está el J. Terminé con el por teléfono. Ya no podía más. No sé qué hubiese sido peor; seguir con el y su negligencia, seguir cuestionándome la relación, y hasta ir en ese humor a las pruebas, o lo que hice, que fue expulsarlo así de mi vida, ya que no quiere verme por ahora, y dejar que esa cosita en la guatita me distraiga de mi entrenamiento, y hasta de las pruebas, si todo sigue mal para entonces. Supongo que el dolor se va de a poco, y es cada vez menos ahora, en cambio de no haber terminado estaría aún ahí, en la línea, constantemente.
Quiza se note o no, creo que hoy es un día cursi. No me salen las bromitas entremedio, es como estar escribiendo un correo formal, o estar contando la historia de manera objetiva y lo más poética posible. Ya no es como un diario, pero creo que es solo hoy. Me he juntado con la Mer, la mejor amiga del J, o una de sus mejores amigas, es más como una hija, jaja. Me encanta. Siempre me pasa que antes de conocer bien a las personas que me emanan muy buenas vibras, las pienso y las comienzo a subir al pedestal, será por que no las veo tanto como personas corrientes, sólo veo las acciones buenas que me mencionan, o su buen trato hacia mí en la confianza mínima. La Mer estaba un poco en el pedestal, como alguien que se sabe todos los memes,  y ha visto todos los animes buenos, y sabe pintar y tiene muchas experiencias locas. Pero es sólo una niña. Siento que tengo mucho que enseñarle y ella a mí, por ser tan diferente, y por estar en una etapa del clóset que yo mísma viví. Aunque aceptarse es algo que se logra con el tiempo, por más consejos que le de. Siento que necesita ser cuidada y yo necesito a alguien a quien cuidar. Además es muy cariñosa, y así siempre tendré algo que me una con el J, qué sicópata suena eso, pero es que él se auto-excluye de las relaciones, dice que sus amigos no lo necesitan, y no me gustaría que se alejara de mí. Creo que desde el principio funcionamos mejor como amigos, las relaciones, aunque se crea que puede no ser así, y demás que puede, son muy diferentes entre amistad y amor romántico. Se exigen cosas, se esperan cosas, actitudes, se comparte una vida, en cambio los amigos están ahí cuando quieren estarlo, y si no, son igual de amigos, igual de buenos compañeros. O eso es lo que pienso yo. Claro, los amigos también deben estar ahí para los tiempos difíciles, pero cada uno prioriza su propia vida, mientras que, yo creo, las parejas deben pensar en la vida de el otro como la vida de uno, lo que te afecta a tí me afectará igualmente a mí, y celebraré lo que tu tengas que celebrar, y viceversa. Quizá estoy completamente equivocada, quizá no ser una persona completamente independiente emocionalmente es algo venenoso, quizá si te amo de verdad debo comprender que no quieres mis problemas, y si no celebras mis triunfos personales no significa que no me ames, quizá el amor verdadero se ama desde lejos, en silencio, para uno mísmo más que para el ser amado, pero por ahora  no me parece, por ahora eso no me sirve.

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